La historia de los Tiburones de La Guaira y su figura emblemática Oswaldo Guillén es especial. Comenzó en el año 1981, cuando Ozzie tenía apenas 17 años y se puso por primera vez el uniforme del club.
Tal vez aquel joven con grandes aspiraciones, no se imaginaría que su conexión con el equipo iba a tener vigencia durante los próximos 40 años, y contando.
Guillén defendió el uniforme escualo por 7 temporadas, siendo pieza fundamental del histórico grupo de La Guerrilla y logrando 3 de los 7 titulos desde la fundación del equipo en 1962.
Además, su actuación en Venezuela le permitió aprender y evolucionar para construir una carrera exitosa de 15 años en el beisbol de Grandes Ligas, convirtiéndose en figura indiscutible de los Medias Blancas de Chicago como jugador y posteriormente como manager.
Fueron incontables las veces que representó con orgullo a los litoralenses, incluso desde afuera. Fue Novato del Año de la Liga Americana en el 85, ganador del Guante de Oro en el 90 y jugador del Juego de Estrellas en el 88, 90 y 91, logros que sin duda también dejaron en alto el nombre de Tiburones.
Pareciera que, hasta ese punto, los objetivos de Ozzie ya estaban cumplidos. Pero no, venía incluso un paso mucho más grande en su vida y su carrera como hombre de beisbol.
Una vez retirado como jugador, inició su carrera de técnico. Su primera experiencia fue como coach los Expos de Montreal en el 2001 y luego con los Marlins de Miami en el 2003. Volvió a Chicago en el 2004, ahora como manager, un año antes de hacer historia en el mundo.
Ese primer año, aunque fue positivo, para el equipo significó la campaña #88 de manera consecutiva sin alzar el trofeo de campeón. Pero esa sequía, estaba por terminar.
En el 2005, los Medias Blancas ganaron 99 juegos en la ronda regular, acabaron con Boston y Anaheim en los playoffs, y arrasaron 4×0 en la Serie Mundial ante los Astros de Houston, para que Guillén se convirtiera en el primer manager latino campeón mundial. Otro orgullo para los guairistas.
Su historia con Medias Blancas continuó hasta el 2011 y en el 2012 estuvo al mando de los Marlins de Miami.
Para la temporada 2016-2017, fue contratado como manager de los Tiburones de La Guaira en la LVBP. Luego de tres campañas, incluyendo un playoffs, puso una pausa a su carrera como manager para dedicarse a su familia, compartiendo tiempo completo con su señora esposa Ibis de Guillén, sus hijos Oswaldo, Oney y Ozney y sus nietos.
Ahora, después de cinco temporadas de ausencia en el terreno del estadio Universitario de Caracas, regresa para tomar las riendas como manager de Tiburones en una nueva oportunidad para representar con éxito al equipo de toda su vida.
Los escualos continúan en medio de un trabajo con gran proyección, que cuenta con su nuevo propietario Wilmer Ruperti, un grupo importante de peloteros grandesligas y ahora un staff técnico liderado por un campeón mundial.
El anuncio fue dado este lunes en horas de la madrugada, a través de las redes informativas de Canal i y Tiburones.
“Me siento contento. Siempre he llevado con orgullo a Tiburones. Fue una decisión que tomé en familia. Es un reto para mí”, declaró Ozzie en su primer contacto con Canal i Deportes.
Su designación apenas tiene horas y aunque no estará esta noche en el juego de Tiburones y Magallanes en Valencia, se espera que asuma el mando el día miércoles, también en Valencia.
“No me gusta perder. Me gusta impulsar a mis peloteros para ser mejores. Ojalá podamos lograr lo que queremos. No hay nada más bonito en este trabajo que alzar el trofeo de campeón. La directiva ha hecho un gran trabajo y ojalá con mi presencia las cosas puedan mejorar”.
Al momento de su contratación, el equipo tiene registro de 17-19 en el quinto lugar de la tabla de posiciones a 6.5 juegos de la punta.